Llena eres de gracia.

La sutileza del perfume

la fragante lozanía y

la exquisita sonrisa,

son elementos de la belleza

que solo tú, ser divino

departes en frescura

del andar en este mundo.

Mujer, dejada alegría

en la pléyade del sueño

de las quimeras del hombre,

vuelve tu mirada luz y

tu risa melodía

de la inocencia que se

escapa a la bestialidad del hombre.

Figura llena de gracia

de atributos benignos

y malignos pensamientos del hombre

del animal que cada uno oculta

desatas pasiones en silencio

donde el corazón tiembla

en el arrullo de tu voz.

Eso eres

mujer de uno,

mujer de dos.

Benjamín Rosales H.

8/Marzo/’15.