PRESENTAMOS UN FRAGMENTO DE

LUZ ERRANTE
I
Polvo es
lo sembrado en las palabras,
Ya no
queda en pie lo dicho, ya muere;
Queda
solo luz errante de la luz,
Como
memoria o péndulo indeciso.
Relámpagos
del Soy me trae la luna,
Punto que
brilla en la escritura ciega,
Música de
las esperas, vía láctea,
Espacio
entre mis aguas hondas, vivas,
Donde
muriendo hablo al viento y al poema.
Ando
incierta distancia de silencios,
De aquí a
mi muerte: enamorada sombra.
II
Oleajes
de luna en vientre de versos,
Mar
detenido (amando), puño de luz,
Círculo
sin fin, verbo sin historia.
No queda
en pie lo dicho, la esperanza
Consiste
toda en abrazar la niebla
Imaginando
un árbol sembrado ahí, fiel
Donde la
nada enseña su esqueleto.
Entre los
cuatro puntos cardinales
Enciende
el fuego a la palabra fuego,
Bajo la
doble estancia del que escribe
Tejiendo
a un verso, su población babel.
III
Evasiva
piel de un horizonte allá,
Que late
sin corazón y entre sueños.
Sombra
encerrada entre su propia sombra;
Piel de
raíz aérea, piel de jardín al sol.
Lo dicho
no queda en pie sin una flor
Que
ofrenda sea en ese rastro que deja,
Sombra
sin piel el balbucir perpetuo.
Yo callo
en los pueblos del habla, necio,
A ras de
topo insisto en mi silencio,
Aunque
aparezca distinto en el papel,
Como si
alguien del Soy, me desnudara.
(Fragmento)

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